Hola
de nuevo, otra vez.. Con una meditación de fondo y el ajetreo de la
cama de los vecinos, me dispongo a retomar mi afición de nuevo;
expresarme a través de las palabras.
He
decidido retomar el blog con esta entrada porque me ha resultado más
que impactante, definiría esta serie como una definición de la
sociedad actual.
Por
desgracia creo que representa perfectamente el mundo en el que nos
relacionamos, donde todos necesitamos del móvil para dar cualquier
paso.
Mientras
la miraba, me he visto reflejada en muchas escenas.
Esa
necesidad de querer mostrar al mundo cada cosa que haces colgando una
foto en el instagram, esa necesidad de tener conversaciones vacías a
través de los chats con gente que ni conoces...y donde realmente
todo eso esconde un gran vacío en tu interior que reclama atención
y amor.
Se me
ha puesto el vello de punta al ver la forma que tiene de amar, Joe el
protagonista, y al mismo tiempo como en momentos he deseado encontrar
a alguien que quiera "cuidar de mi"de esa manera. Dudo que
haya sido la única que en algún momento de la serie no lo haya
deseado, puesto que a día de hoy ese amor es imposible encontrarlo,
y lo recalco imposible. Imposible encontrar a alguien que no se
preocupe más allá de su ego.
Buscando
excusar la parte oscura del protagonista (que por supuesto no la
tiene, ese no es amor) deseaba una trama de comedia romántica. Un
amor fiel, que confía, que no traiciona, que ama sin esperar nada a
cambio...pero como la mayoría de series que intentan asimilarse a la
realidad; no me han dado el final que deseaba.
También
he de recalcar ese punto obsesivo-celoso que muestra el personaje
principal, donde a la vez de esa poca cordura te desmonta el
argumento en que cada arrebato de celos estaba en lo cierto y sus
paranoias no eran infundadas.
Me ha
resultado irónico y familiar, puesto que ¿cuántos no habéis
sufrido celos y vuestra pareja os ha tratado de loc@s? ¿Acaso
después con el tiempo no acababais sabiendo la verdad y realmente os
la estaba pegando?
Pienso
que los celos solo aparecen cuando la persona que tienes al lado no
se muestra cómo es, no te genera confianza y no es clara contigo.
Es un
juego peligroso donde el acusado siempre busca culpar al otro
definiéndolo como “paranoico”.
Desde
mi humilde opinión, he estado en los dos lados del juego, y el
tiempo me ha enseñado que si quieres a alguien, puedes evitarle el
dolor.
Para
acabar, resumir que muchas veces vivimos en nuestro propio engaño.
Como dice Becky la protagonista femenina de esta serie; “yo buscaba
ese príncipe azul que me rescatara del mundo donde no encajaba y por
eso confié en que me salvara”.
Los
príncipes azules no existen, ni las princesas de larga melena
rubia...nosotros debemos rescatarnos de nuestros propios demonios,
porque solo cuando depositas tu vida en las manos de alguien es
cuando realmente estás perdido y te vuelves vulnerable.
Para
amar, no hace falte dejarte querer; sino quererte tanto para no
necesitar que el otro te ame.
Buenas
noches
No hay comentarios:
Publicar un comentario