Hola a tod@s, esta vez si que he desconectado totalmente del mundo. Me perdí en Nueva York. Todo empezó por una casualidad, como empiezan las mejores cosas, por supuesto. Una buena amiga tenía que hacer este viaje con su pareja pero por cosas del destino la relación se rompió a días de realizar el viaje y yo como suplente sufrida me ofrecí a ir.
Llevaba tiempo planeando este viaje pero nunca pensé que surguiría de esta manera, pero decidí con algo de incertidumbre aprovechar la ocasión.
Nueva York no es como la pintan en las películas, es mejor que todo eso, es magia, es libertad, es multiculturalidad, es tolerancia...es lo que tú quieres que sea.
Nuestra película fue preciosa porque en mi caso durante el vuelo ya conocí a una persona, que acabó siendo muy especial y con la que tuve la suerte de tomarme un buen vino en un rascacielos mirando el Empire State; como ya os digo....de película.
Allí los días son cortos y las noches son largas,la gente no duerme, las sirenas son la melodía en las calles, las luces de las fachadas iluminadas brillan más que el propio sol y la diversidad de gente te hace sentir acompañada pero sin la necesidad de dar explicaciones a nadie.
Es el país de la libertad, porque nadie juzga, nadie te condiciona y porque eres quien realmente TÚ quieres ser.
Volvería una y mil veces, es más...quiero vivir allí; y como cada año tiene un próposito este me gustaría que fuese el mio.
Espero que os anime a que vosotras busquéis el vuestro...
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