domingo, 10 de mayo de 2015

¿Tiene precio la soledad?





Hola Chic@s estoy un poco desbordada pues qué es la última que he liado? Me comprado un perro. Si la soledad tiene precio, un Pomerania. Pensé que no era suficiente valiente para empezar de 0 en un piso con tres habitaciones y mis padres evidentemente  protectores hasta la médula (cosa que chic@s cuidado con esto que es parte de los fracasos amorosos me dijo mi terapeuta en la última sesión y ya lo hablaremos) no me veían capaz de dejarme ir así a mi piso y qué pensé? Independencia+ compañía= Valentía me largo ya de una a mi piso y lo sabré soportar.
Pero NO funcionó la fórmula, lo compré después de darle mil vueltas (ya que me encanta viajar, no me gustan las obligaciones rutinarias) y haber jurado que nunca más tendría un perro ya que sufrí lo que es el dolor  de ver como debes decidir por otra "personas" (para mí lo son) si vive o muere, a pesar de que no quieres que te deje, pero por su bien decides lo mejor para todos. Cada mañana te levantabas con el corazón en un puño no sabiendo que te encontrarías y cuando le paseabas sus patitas se doblaban y no podía andar más...prefiero recordar su alegría, sus ojos cuando me hablaban y los grandes paseos que nos dimos.
Pero lo que os contaba, me planté con el perro esperando gritos y escándalo, intentando romper este círculo viciosos de haber vuelto a tu habitación rosa de cuando tenías 15 años, pero resulto que se deshicieron al ver esa bolita de pelo. Ahora aún sigo en casa mis padres, después de haber pagado el precio por la SOLEDAD, así a la espera de que poco a poco suelte estos eslabones pronto os escribiré desde mi pisito.

Os deseo que hayáis tenido un feliz fin de semana. Besos de amor

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